martes, 4 de febrero de 2014

La sombra de un reloj de cuco

Créeme cuando te digo que, si pudiera,
olvidaría las Palabras y el Arte,

El Amor con mayúsculas,
Los trenes que no van a ningún lado,

Olvidaría París y sus calles,
Teñidas del dolor y de los versos.

¿Cómo mentirle al Sol?

Te juro que no quiero, no, no...
Déjame volver a hundirme, te lo ruego,

Acostumbrarse al dolor no es más
Que anestesiarse a favor del insomnio.

Yo ya no sé existir; he visto,
En otros ojos, lo que es morir por dentro.

No podría volver a soportarlo.

Te he visto marchitarte en la ventana,
Como una flor en ruinas.

La lluvia de tus pétalos ha dejado en mí
heridas que nunca van a cerrarse.

¿No entiendes que quiero Amarte?
Aunque sólo podamos acabar ardiendo, o haciendo arder.

Quiero darte la vida, desearte la muerte.

Decir que es el final, arrepentirme,
Volver y no encontrarte.

Quiero escribir en tu piel, sin tinta,
Sin palabras, mi nombre, tu condena.

Aunque eso implique arder o morir ardiendo,
Quizá me olvides, pero no vas a olvidarme.

Verlaine... Verlaine. 

1 comentario:

  1. El día que olvides las Palabras y el Arte, ninguna luz, ni sombra, volverán a arder para quienes vivimos aquí; solo seremos óxido (y olvido), hundidos en el frío bajo la lluvia. Hasta entonces,somos espejos.

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