Créeme cuando te digo que, si pudiera,
olvidaría las Palabras y el Arte,
El Amor con mayúsculas,
Los trenes que no van a ningún lado,
Olvidaría París y sus calles,
Teñidas del dolor y de los versos.
¿Cómo mentirle al Sol?
Te juro que no quiero, no, no...
Déjame volver a hundirme, te lo ruego,
Acostumbrarse al dolor no es más
Que anestesiarse a favor del insomnio.
Yo ya no sé existir; he visto,
En otros ojos, lo que es morir por dentro.
No podría volver a soportarlo.
Te he visto marchitarte en la ventana,
Como una flor en ruinas.
La lluvia de tus pétalos ha dejado en mí
heridas que nunca van a cerrarse.
¿No entiendes que quiero Amarte?
Aunque sólo podamos acabar ardiendo, o haciendo arder.
Quiero darte la vida, desearte la muerte.
Decir que es el final, arrepentirme,
Volver y no encontrarte.
Quiero escribir en tu piel, sin tinta,
Sin palabras, mi nombre, tu condena.
Aunque eso implique arder o morir ardiendo,
Quizá me olvides, pero no vas a olvidarme.
Verlaine... Verlaine.
El día que olvides las Palabras y el Arte, ninguna luz, ni sombra, volverán a arder para quienes vivimos aquí; solo seremos óxido (y olvido), hundidos en el frío bajo la lluvia. Hasta entonces,somos espejos.
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