miércoles, 23 de octubre de 2013

La verdad es que nunca iremos a París.

Lo que queda de mí, no vale nada.
 Los dos lo sabemos.
  Los dos lo lamentamos.
   Pero sólo yo me quedo.
    
      Y verás, que tus mentiras 
        ya no curan las heridas que me hiciste.
          Soy la melodía finita de una caja de música.
            Y tú ya no me quieres para tanto.


domingo, 13 de octubre de 2013

Quizá besé al diablo y no me acuerdo

Tus palabras, tan vacías como yo,
No saben pedir perdón ni arrepentirse.

28s de diciembre en tu tintero,
Sonajeros de una risa que no existe.

No me quieres por entero y por eso me destrozas.

Cansada de tijeras y termómetros,
De tos y de dolor y de esperarte.

Aún sueño con tus dientes en mi sombra.


miércoles, 9 de octubre de 2013

Potasio.

Le dije que le quería y luego me fui,
no sé muy bien a dónde.

Me hubiera gustado acostarme dentro
de sus pupilas y hacerme diminuta hasta morir.

Ya daba igual un lugar que otro,
unos labios que otros,
ser o no ser yo o tú o nada.


lunes, 7 de octubre de 2013

Noviembres que no existen

Soy, por vocación, sastre de tus alas.

Y en mi jaula te contemplo en silencio,
feliz de verte ser lo que no soy.

Aprendí a quererte a intervalos,
al ritmo inconstante de tu ausencia.

A enamorarme del instante en el que
pasas por el cuarto, te acuerdas de que
aún vivo y abres la puerta,
dejándome ser libre junto a ti.

A volver a mi lugar cuando te cansas,
llorándote en silencio, ahogando las preguntas
que tanto te molestan.

A soñar con que todo es lo mismo para ambos.

A dormir para creer que estoy despierta.

A fingir, verte ir y venir, coserte, arreglarme,
romperme, destrozarte y recogerte, tragar,
dar, devolver, perderme, evadirme, no te vayas.

Y te fuiste. Y otra vez no estabas.

Y cuando me buscas, con el cielo prometido en
tu forma de desesperarte si no encuentras que
aún te quiero, yo sólo sé tirar las armas y rendirme.

Te sonrío y tú me crees. Sólo miento si es por verte
atravesar el cuarto, abrir la puerta, y en lugar
de liberarme, acurrucarte en mi regazo,
dentro de la jaula, y vuelvo atrás, a cuando de verdad
me querías más allá de estos barrotes,
y me creo en cada beso que aún me quieres,
y te dejo que te quedes para siempre.