miércoles, 10 de abril de 2013

Nadie lo ha entendido

Para cuando consultemos el reloj,
Hará mucho que pasaron las doce.

No quedan zapatitos que dejarme atrás.

En lugar de una carroza, la calabaza me llora.
No ha podido ser perfecta.

En vez de lamentarnos, nos cogemos de la mano,
Y volvemos andando a casa.

Vuelve a ser espantapájaros, pero ahora tiene vida.
Le he convertido en un monstruo.
 Aún así, yo sólo veo las lágrimas azafrán que se escurren
Por sus rollizas mejillas anaranjadas.

<<No llores. >>


<<No lloro. Un cuervo me está picoteando las entrañas. >>

Pero los dos sabemos que allí no hay ningún cuervo.

<<Yo tengo cristalitos en los pies. >>

Pero me sangra el alma.

Ha sido el peor baile de la historia de los bailes.

Ya nunca seré princesa y, de repente,
Esta idea me hace tremendamente feliz.

La calabaza deja de llorar cuando me escucha reír.

Y, sin que diga nada, lo ha comprendido todo.

<<Al fin. >>

<<Lo siento. >>

Y le quito la careta y sigue siendo una calabaza.

Y nos fundimos en el peor beso de la historia de los besos.

Pero sin zapatos y sin bailes y sin magia,
Somos felices.
La función acaba y nadie aplaude.

<<Este no es el cuento de Cenicienta. >>

Nadie ha creído nuestra historia.

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