Me obligó a
descubrir que la vida no sabía a nada
Después de
haber probado los colores de su risa.
Los besos se
me marchitaban en el bolsillo.
El insípido
aroma de su ausencia
Arruinaba
las comisuras de mis labios.
Me obligó a
descubrir que había aprendido a rendirme.
Que no sabía
lo que era llorar porque llora el alma.
Morir porque
ya no estaba.
<<Te
di la vida entera. >>
No me mira,
ya nunca lo hace.
No quiere
ver las cicatrices
que me han
convertido en su monstruo.
Teme
asomarse a mis ojos
Como
(bendita la luz de su mirada)
Acostumbraba
a hacer, acariciándome
El corazón
con las yemas de sus iris.
No quiere comprender
lo que me ha hecho.
Y yo no
quiero ser su pesadilla.
Le besaré el
jueves para sellar el trato.
Y llamaré
otra vez a un viejo amigo.
Será la
víctima de sus celos hasta
Que se vayan
borrando estas palabras.
Será el
olvido a quien llame
Tras ese
beso del jueves.
<<Cuánto
te he echado de menos. >>
<<Todos
acabamos por volver. >>
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