viernes, 24 de mayo de 2013

6.2.13

<<Esto quema. Para bien y para mal. Lo que hoy es fuego, mañana será cenizas. Y lo que odio de las cenizas es que no son capaces de transmitir cómo de hermosas fueron las llamas. Precisamente estas líneas no hablan de cenizas, porque aún no las conozco. Hablar del final es atrasarlo, de la misma manera que conocer la inmortalidad te hace menos efímero. 
Quiero creer que estamos en el principio, que somos tan solo las prometedoras chispas de una gran hoguera. No puedo prometerte el infinito, pero sí una buena historia. Y no quiero tragarme mis palabras. Pero, en vista de que las cenizas no dejarán escrita nuestra historia, lo haré yo. ¿Sabes? Quizá un día ya nada exista. Quizá yo ya no esté aquí, recordándote lo que siento. Quizá creas que ya no siento nada. Quizá yo mismo te haya dicho que todo ha terminado. Pero no será verdad. Nada habrá cambiado aquí dentro. 
Seguirás tu camino, olvidarás esto, serás feliz de nuevo. Querrás besar otros labios, tener otras caricias. Besarás otros labios, tendrás otras caricias. Otro te acelerará el pulso y te llevará al cielo. Y quizá esa persona sea la adecuada. Quizá yo no lo fui. Quizá sepan cuidarte mejor, quererte mejor,  tenerte mejor, llorarte mejor, necesitarte mejor. Pero no más. No más que yo. 
Quizá no era el momento adecuado, quizá los dos nos equivocamos, quizá era el destino que llegase el fin. Duele pensarlo pero, ¿sabes otra cosa? Yo aún te querré. Aunque diga que no siento lo mismo, o que da igual, o que no pasa nada, aunque me resigne a aceptarlo. Aunque parezca que no luche, que haya tirada la toalla sobre nosotros, no será verdad. Mentiré. Quizá todo será mi culpa y me equivoque, como siempre, con lo nuestro, y no sea lo suficientemente valiente como para confesarlo. Quizá sea idiota y te pierda. Pero nada será verdad. Te habré querido y te querré, y no te lo diré, y parecerá que he olvidado. Por eso quiero decirte la verdad ahora, una vez más, ahora que la sé sin lugar a dudas. Gracias. Gracias por haberme hecho feliz, por haber sido mi razón, por haberme dado fuerzas para luchar, para levantarme, para creer en nosotros. Gracias por los recuerdos, que un día quemarán más que lo que siento hoy, pero quemarán dejando dolor y les lloraré, y ellos serán mi tortura. Pero cuando sólo me queden las cenizas de ese dolor, sé que me harán inmensamente feliz, porque quizá sean todo lo que me quede de ti. Pero serás tú, y serás tú a mí lado, y me harán sonreír como si los estuviese viviendo de nuevo. Como la primera vez. Como sólo tú sabes hacer. >>
                              - G.





No hay comentarios:

Publicar un comentario

Desahógate conmigo